Los estándares web son un conjunto de reglas/normas que marcan los requisitos que  se deben cumplir en el diseño, desarrollo y puesta en producción de un sitio web para que sea compatible por los diferentes elementos que lo utilicen.

De los estándares web más conocidos para diseño de páginas web cabe destacar para estructurar documento, el HTML y XML; para controlar la visualización del documento, el CSS; para dibujos/gráficos el SVG y PNG; para la sindicación de contenidos el RDF/RSS; para sincronizar texto, audio y video, el SMIL.

Cuando nos ponemos a pensar en la creación de un sitio web, lo que básicamente pretendemos es que nuestros textos, fotos, vídeos, etc. lleguen a nuestro público objetivo. Y, lo que queremos es que el número de visitantes sean el mayor número posible, indistintamente de su ubicación geográfica, capacidades cognitivas o discapacidades físicas.

Para alcanzar dichos objetivos y al mismo tiempo reducir nuestra carga de trabajo en el mantenimiento y actualización de nuestra web, debemos ajustar nuestros procedimientos a los estándares web.

El organismo internacional que coordina a los diferentes grupos de trabajo para el desarrollo de los estándares web es el World Wide Web Consortium (W3C).

Las áreas que se benefician con el uso correcto de los estándares web son:

Compatibilidad: el uso de estándares web facilita la compatibilidad del código que se haya utilizado en el desarrollo de nuestra web con independientemente del navegador o plataforma que se emplee para su visualización –dispositivos móviles, lectores de pantalla, navegadores de imágenes, etc.-

Accesibilidad: cumpliendo con los estándares se consigue una web para todos y globalizada. Para todos, porque será independiente del conocimiento o discapacidad del visitante. Globalizada, porque se podrá visualizar e interpretar indistintamente desde cualquier parte del mundo.

Usuarios, dispositivo final y mantenimiento: gracias al uso del estándar de hojas de estilo en cascadas-CSS, cada usuario puede adaptar la página que visita a sus necesidades. Así mismo, con el uso de este estándar se consigue presentar, adaptar nuestro sitio a los distintos tipos de dispositivos  –teléfonos móviles, tablets,  lectores de pantalla, etc.-, que utilicen nuestros visitantes. Por otro lado, al utilizar las hojas de estilo CSS que controlan la presentación de nuestros contenidos en la web, se consigue reducir el tiempo que se dedica a realizar el mantenimiento o actualización de nuestro site –es más fácil modificar sólo el fichero CSS que todas las hojas/secciones de la página-.

Posicionamiento: al utilizar los estándares web junto con diferentes técnicas de accesibilidad –metadatos, fichero robot, palabras claves, etc.- conseguiremos que los motores de búsqueda ‘entiendan/interpreten’ mejor el código de nuestra web y con ello, estar entre las primeras posiciones de la página de resultado de una búsqueda.

Ancho de banda y carga de las páginas: con el uso de los estándares se consigue por un alado, reducir el consumo de ancho de banda al tener mejor estructurado su código; y por otro, que las páginas se carguen más rápido por ser más limpio y comprensible por los navegadores.

Enlaces de interés:
Oficina española del W3C. Estándares

http://www.w3c.es/estandares/

Oficina española del W3C. Guía breve sobre estandares web
http://www.w3c.es/Divulgacion/GuiasBreves/Estandares